Reconocer el Flujo Cervical nos permite saber en qué momento de nuestro ciclo estamos e identificar nuestros días de fertilidad.

El flujo o moco cervical es una secreción proveniente del cuello uterino o cérvix. Es un hidrogel compuesto por agua y otros componentes (sodio, proteínas y enzimas). Puede ser observado en ciertos momentos del ciclo cuando los niveles de estrógeno están elevados.

Dependiendo de la etapa en que estemos de nuestro ciclo menstrual, este fluido cambia su consistencia, color, textura y aspecto. Podemos observarlo y categorizarlo cuando nos limpiamos con papel higiénico. Existen 3 categorías:

Etapa "Seca"

Cuando te secas con papel higiénico este se ve húmedo, seco o con brillo pero no desliza. Al observar el papel no hay nada que puedas tomar entre tus dedos. Esta categoría indica ausencia de flujo estrógenico.

Etapa "Pegajosa"

Lo puedes agarrar entre tus dedos pero no estira más de 2.5cms, se rompe fácil, es opaco o blanquecino. Puede ser pastoso, grumoso o cremoso. Indica niveles crecientes de estrógeno, lo que normalmente ocurre en la etapa preovulatoria y ovulatoria. Es fértil.

Etapa "Clara de huevo"

Cuando pasas el papel este desliza, al tomarlo entre los dedos se ve elástico (estira más de 2.5cm), es transparente o con partes transparentes y a veces puede tener un poco de sangre. Indica un alto estímulo estrogénico, propio de la etapa ovulatoria. Es fértil.

¿Por qué es importante observar y reconocer nuestro flujo cervical? Nuestro cuerpo nos habla.

• Podemos identificar una posible ovulación (¡ovular es un signo de salud!).
• Monitorear nuestro balance hormonal.
• Monitorear nuestra salud cervical y general.
• Ojo: Si usas hormonas sintéticas, no observarás estos cambios porque los anticonceptivos modifican el funcionamiento habitual del cervix y la mayoría de ellos suprimen la ovulación.

Abramos la información.
#liberemoslapapaya

Este post fue una colaboración junto a @hacialaraiz. Las invitamos a conocerla y aprender junto a ella.